ser más allá de lo que sentimos

No somos porque sentimos, sentimos porque somos. Lo que sentimos es producto de nuestro ser. Lo que sentimos no es bueno ni malo, es la forma en que nuestro ser expresa determinadas situaciones. No podemos dejar de sentir, no podemos decidir qué sentir, eso no significa que seamos víctimas de lo que sentimos, más bien, somos víctimas al intentar dejar de sentir o decidir qué sentir. Somos víctimas de nuestros sentimientos al intentar controlarlos, pero eso tampoco significa explotar, porque una cosa es sentir y otra la forma en que expresamos lo que sentimos, y no tenemos poder sobre lo que sentimos, pero sí sobre la forma en que lo expresamos.

Sentimos porque somos, eso significa que no somos lo que sentimos, que somos y por eso sentimos. No podemos definir lo que somos a través de lo que sentimos. Eso no quiere decir que lo que sentimos es malo, debemos reprimirlo o ignorarlo; más bien, debemos conocer lo que sentimos y la forma en que lo estamos manifestando, o mejor aun, debemos conocernos, para así conocer lo que sentimos y la manera en que expresamos eso que sentimos.

Muchas veces creemos que somos lo que sentimos, y al sentirnos acabados, nos vemos así, nos tratamos así y nos comportamos así, y por eso terminamos en lugares que también representan lo que sentimos. Pero eso sucede justamente porque no nos conocemos e ignoramos lo que sentimos. Somos desde lo que sentimos cuando no sabemos lo que somos.

Si fuésemos lo que sentimos, significaría que cualquier persona que nos haga sentir algo, nos dirá lo que somos a través de eso que nos hace sentir, y en la medida en que dejemos de sentir, dejaríamos de ser. Ser lo que sentimos es ser y no ser, es vivir en una identidad inestable, en una ausencia de identidad. O más bien, porque carecemos de identidad es que somos lo que sentimos.

Somos más allá de lo que sentimos, somos independientemente de cómo nos sentimos. No somos ni dejamos de ser por lo que sea que estamos sintiendo. Creer que somos lo que sentimos es limitarnos a ser, es no poder ser. Pero creemos que somos lo que sentimos cuando no somos, cuando hemos construido nuestro ser y lo ignoramos. 

No debemos limitar ni reprimir lo que sentimos, pero tampoco debemos definirnos a través de lo que sentimos. No somos lo que sentimos, somos más allá de lo que sentimos. Debemos vernos a nosotros mismos con claridad, traspasar las lágrimas y las risas, pues es la única forma de que nada nos mueva de nosotros mismos. 

1 comentario en “ser más allá de lo que sentimos”

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