Nuestra necesidad de cambiar las cosas hace que las cosas nos cambien. No todo podemos cambiar y debemos aprender a vivir con lo que no podemos cambiar, para que esas cosas que no podemos cambiar, no hagan de nosotros algo que no somos. Mientras no aceptamos las cosas como son, sufrimos más. Aceptar las cosas como son nos libera y da lugar a lo que puede ser.
Aceptar las cosas como son no es conformarse, no es negarse la búsqueda de algo mejor, simplemente es aprender a vivir con lo que hay, sin hacernos daño por lo que no hay, sin destruirnos por lo que nosotros queremos que suceda y que no ha sucedido o por lo que no sucedió.
Cuando no aceptamos las cosas como son, esas cosas tienen el control sobre nosotros. Cuando no aceptamos las cosas como son, nosotros mismos no podemos ser. Cuando no aceptamos las cosas como son, vivimos fuera de nosotros, todo nuestro ser es ocupado por esas cosas que no aceptamos.
Cuando no aceptamos las cosas como son, carecemos de paz, vivimos en una constante lucha con nosotros mismos, con nuestra mente, con nuestras emociones y con nuestras decisiones, y por lo general, al no aceptar las cosas como son, tomamos decisiones desde eso que no aceptamos y terminamos en circunstancias que nos hacen más daño. No aceptar las cosas como son nos lleva destruirnos.
Al aceptar las cosas como son, le quitamos poder sobre nosotros a esas cosas. No vivimos desde ellas, sino que vivimos con ellas. Al aceptar las cosas como son, podemos ser nosotros mismos. Al aceptar las cosas como son, no decidimos desde lo que no aceptamos, decidimos desde lo que somos. Al aceptar las cosas como son, tenemos paz.
No podemos aceptar las cosas como son si vivimos rechazándonos como somos. Cuando nos aceptamos a nosotros mismos, aceptamos las cosas como son. Para aceptar las cosas como son, es necesario ser como somos. Cuando somos nosotros mismos y aceptamos lo que somos, no luchamos por cambiar lo que no podemos cambiar, no morimos por las cosas que no han venido o no vinieron. Ser nosotros mismos nos lleva a aceptar las cosas como son. Cuando no aceptamos las cosas como son, es porque no estamos siendo lo que somos, no estamos viviendo nuestra vida.
Que excelente reflexión
Me gustaMe gusta