Todos luchamos con nuestras inseguridades, no hay persona que esté libre de eso, aunque no todos tenemos las mismas inseguridades, todos tenemos más de alguna inseguridad con la que peleamos y buscamos deshacernos de ella, pero buscamos quitarla de nuestra vida atacándola a ella como tal y la inseguridad no es en sí misma, no es una causa, no es la raíz; la inseguridad es una consecuencia. Buscamos matar una inseguridad como queriendo matar un árbol al que solo le quitamos una rama y el árbol sigue vivo. La inseguridad es la consecuencia de no vernos a nosotros mismos, de no valorarnos, de no amarnos.
Existen muchas razones por las cuales nos sentimos inseguros, a veces nos sentimos inseguros al ser rechazados, al perder a una persona o algo que era valioso para nosotros, nos sentimos inseguros al fracasar en algo o al creer que vamos a fracasar, nos sentimos inseguros por nuestros defectos, nos sentimos inseguros porque no creemos que seamos suficientes, nos sentimos inseguros porque pensamos que no tenemos la capacidad para hacer algo, nos sentimos inseguros después de haber sido heridos, abusados o causa de algún trauma. Hay muchas razones que provocan inseguridades en nuestra vida, pero las inseguridades tienen que ver con la forma en que nos vemos a nosotros mismos y no con las circunstancias que vivimos o con lo que realmente somos.
Tu inseguridad no proviene de lo que tú eres, proviene de lo que tú quisieras ser al ver a otros y al compararte con ellos ves que no tienes lo que ellos tienen, de querer ser como alguien más, de querer ser como alguien que no eres tú. Tu inseguridad es, más bien, una especie de seguridad en lo que no eres. Crees que no eres lo suficiente, que no tienes las capacidades, el talento, la personalidad que otros tienen y te sientes inseguro de ti mismo, pero esa inseguridad que sientes no es a causa de lo que tú verdaderamente eres, sino a causa de lo que tú no eres y quisieras ser. No te hace temblar lo que eres, sino lo que no puedes ser, te hace temblar lo que otros son, te hace temblar lo que intentas ser y no puedes ser, te hace temblar una mentira. Tu inseguridad no revela que no eres suficiente, que no tienes el talento, las habilidades, la personalidad; tu inseguridad revela que ignoras lo que tú eres, tu inseguridad revela lo lejos que estás de ti mismo, tu inseguridad revela que no te has visto. Tu inseguridad es la evidencia de que vives mirando hacia el mundo y no hacia tu ser.
Una persona insegura siempre vive intentando ser alguien más para sentirse parte de otros y no ser rechazado, una persona insegura rechaza su propio ser y busca de forma agónica ser alguien más para llenar ese vacío de sí mismo. Una persona insegura es muchas personas y no es ninguna. En la inseguridad hay falsedad, una persona insegura no es auténtica, no es ella misma, siempre está creando una máscara para otros, para cada situación, para verse bien, para ser aceptado, para ser aplaudido. Una persona insegura no es honesta consigo misma y no puede serlo con otras, se engaña a sí misma. Una persona insegura no soporta las críticas, porque cada crítica confirma lo malo que ella piensa de sí misma.
Una persona insegura es adicta al aplauso, a los cumplidos, a los elogios. Una persona insegura es capaz de venderse y destruirse con tal de conseguir que otros le digan que es bella. Una persona insegura busca atención ajena, busca aprobación de otros y es porque no tiene la atención propia. Una persona insegura siempre piensa en lo que otros piensan de ella, en lo que piensa su pareja, sus amigos, su familia, incluso en lo que piensa la gente que no la conoce y solo piensa en los demás porque quiere complacerlos, agradarlos, y quiere hacerlo para que no la rechacen, para sentirse bien consigo misma.
Una persona insegura se victimiza, una persona insegura se culpa, una persona insegura es posesiva, una persona insegura es controladora, una persona insegura es celosa, una persona insegura se apega. Una persona insegura se aferra a lo que le da cierta seguridad y al aferrarse destruye eso a lo que se aferra. Una persona insegura se vuelve adicta a todo lo que le da seguridad, pero es una seguridad falsa, pues es dependiente y todo lo que depende de otros, no nos pertenece. La seguridad solo puede venir de uno mismo. Una persona insegura no puede ser amada y tampoco amar, pues no se ama a sí misma, no se conoce, no se mira.
Una persona insegura desconfía de otros, es por eso que cuando eres una persona insegura, todas tus relaciones se tratan de controlar a la otra persona, pero es solo por tu propia incapacidad para controlarte a ti.
Una persona insegura es conformista, es una persona que se conforma con la mediocridad que su inseguridad le dicta vivir, y esa conformidad puede ser en sus relaciones; muchas personas se conforman con ciertas relaciones destructivas porque son inseguras, porque creen que tener esa relación, aunque les haga daño, es mejor que no tener nada, pues piensan que no tener nada es sinónimo de no ser nada. En la inseguridad hay mucha dependencia.
Una persona insegura vive por debajo de sus capacidades, vive por debajo de sí mismo, vive por debajo de lo que ella es. Una persona insegura vive de acuerdo a lo que otros quieren y no de acuerdo a lo que ella quiere. Una persona insegura no vive su vida, vive una mentira; la mentira que ha creído de sí mismo. Una persona insegura no tiene paz, vive en guerra consigo misma.
Hay personas que buscan su seguridad en las cosas materiales, pero la búsqueda de seguridad a través de las cosas solo evidencia la ausencia de valor que tenemos para nosotros mismos. Al tener esas cosas que nosotros creemos que nos darán seguridad, nos sentimos peor y buscamos siempre tener más y nos damos cuenta de que tener nunca es suficiente; nada sacia, nada llena, pero es tan solo por la ausencia de uno mismo en la propia vida. Estamos tratando de llenar con mentiras lo que solo se llena con verdades.
Tu inseguridad es la forma en que te ves, es la manera en que ves lo que no eres, la forma de ver la imagen falsa que tú has creado de ti por estar viendo al mundo. Tú debes comprender que no necesitas ser alguien más, que lo que eres es suficiente y es cierto que muchas personas te van a rechazar, pero es mejor ser rechazado por la verdad que por la mentira. Las personas que te rechacen por ser tú son las personas que no te merecen. Tú no necesitas tener lo que otros tienen para sentirte bien contigo mismo, tú necesitas sentirte bien contigo mismo para no necesitar tener lo que otros tienen y así conseguir lo que es para ti. Tú no necesitas tener la personalidad o el talento de alguien más, lo que tú necesitas es lo que está en ti. Tú no necesitas agradar a nadie, solo debes agradarte a ti. Deja de pensar en lo malo que otros puedan pensar de ti, suficiente ha sido con lo malo que tú has pensado de ti y las personas que realmente piensan, no pensarán mal de ti. Si alguien piensa mal de ti, no necesitas a esa persona en tu vida y lo que piensa de ti es más lo que ella es que lo que tú eres. Fracasar no define lo que tú eres, lo que haces con eso sí. Deja de compararte con los demás, tú no eres ellos, ellos no son tú, y solo te comparas con todos cuando te sientes inferior a todos. No puedes controlar todo, no puedes controlar lo que te pasa ni a las personas y a veces ni a ti mismo, solo puedes controlar la manera en que enfrentas lo incontrolable.
Deja de mirar el mundo y mírate a ti, estás lleno de luz.