Las personas jamás te amarán como tú quieres que te amen y es porque la naturaleza del amor es la libertad. Cuando tú quieres que te amen de cierta manera en particular, estás tratando de someter el amor a tus propias condiciones, incluso si esas condiciones son buenas para ti, siguen siendo condiciones; estás alejando al amor de su propia naturaleza, de sí mismo. Independientemente de que tú quieras que te amen de una buena forma, cuando buscas que te amen de acuerdo a lo que tú quieres, estás volviendo el amor una exigencia y el amor es lo contrario a exigir, es ofrecer y el ofrecimiento nace de la voluntad, por lo que necesita libertad. No está mal que quieras que te amen de mejor manera, debes buscar siempre lo mejor para ti, pero no debes ser esclavo de lo que buscas, porque entonces eso que buscas te destruirá; tu propia exigencia, tu propio deseo acabará contigo y es por eso que debes ser libre de ti mismo y para eso es necesario que te ames. Cuando te liberes de ti mismo, tu enfoque cambiará y ya no mirarás lo que otros pueden darte, sino lo que tú puedes darte y dar a ellos, serás tan libre de ellos como de ti mismo, dejarás de esperar, porque lo que esperamos de otros nos aprisiona y nos ahoga, y cuanto más exiges a otros, más revelas lo poco que te das a ti mismo.
El amor que tú das no hará que las personas te amen como tú quieres que te amen y dar tampoco te da el derecho de exigir lo que das, porque entonces no estás dando, estás negociando; pero el amor que te das a ti mismo hará que no te conformes con un amor que no es para ti y eso no tiene nada que ver con exigir a otra persona que te ame a tu manera, porque entonces tampoco es amor propio el que tienes, es un egoísmo disfrazado. Esto tiene que ver con el hecho de que cuando te amas a ti mismo, no exiges a otros, amas con libertad, pues eres libre de ti y amas sin destruirte a causa de lo que recibes o no recibes de otros y sabiendo que, si alguna persona te impide amarte, no debes exigir, debes irte.
Las personas no pueden amarte como tú quieres que te amen, las personas solo pueden amarte como ellas son, pues la forma en que amamos es la manifestación de lo que somos. Y tú tampoco puedes amar a las personas como ellas son, solo puedes amarlas como tú eres; es por eso que en muchas ocasiones estarás en medio de haber dado todo sin recibir nada cambio, pero tú lo diste todo porque eso es lo que eres.