Muchos le llaman fluir a no hacerse cargo de su vida, a no mover un solo dedo ni hacer nada para que algo pueda suceder, muchos le llaman fluir a sentarse a ver la vida pasar, muchos le llaman fluir a dejar que la vida los haga, pero eso no es fluir, sino más bien, evitar la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos. Eso no es fluir, eso es abandonarse.
Fluir no es no hacer nada, fluir es hacer lo que debemos hacer, y en ese debemos entra la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos. Fluir es hacer y en ocasiones, deshacer. Pero tiene que ver con hacer lo que nace de nuestra verdad y con la forma en que lo hacemos. Si hacemos cosas que no nacen de nosotros mismos, sino de nuestros temores, será imposible que fluyamos.
Fluimos desde nuestra verdad y es así como sabemos que estamos en nuestra verdad: porque fluimos. Y es así como también sabemos que no estamos en nuestra verdad: porque no fluimos. Lo que nace de nuestra esencia, fluye. Lo que nace de nuestros miedos, nos detiene. Esto significa que para poder fluir, lo que debemos hacer, no es buscar fluir como tal, sino buscar la verdad de nuestro ser y desde esa verdad fluiremos.
Tal vez no estamos fluyendo porque estamos fuera de nosotros mismos, estamos en un lugar que no es el lugar que somos. La imposibilidad de fluir nos muestra que estamos en un sitio que no debemos estar y que debemos buscar nuestro sitio. Intentando ser alguien más, intentando vivir una vida que no es nuestra, es imposible fluir. Vivimos estancados, dando vueltas en el mismo sitio, volviéndonos locos.
Cuando estamos en nuestra verdad, todo lo que hacemos surge de esa verdad y la forma en que lo hacemos es la forma en que somos, es por eso que la forma en que hacemos las cosas no puede impedirnos fluir, porque cuando lo que hacemos es producto de lo que somos, lo que hacemos no va a ir en contra de lo que somos. En cambio, si no estamos en nuestra verdad, todo lo que hacemos surge de una mentira y la forma en que hacemos las cosas nos impide fluir, lo que hacemos va en contra de nosotros porque no nace de nosotros.
Fluir no es abandonarse y dejar que la vida haga de nosotros lo que quiera, porque lo más probable es que haga algo que nosotros no queremos. Fluir es saber identificar las cosas que debemos hacer, lo que podemos cambiar y también lo que no debemos hacer ni podemos cambiar, para no insistir en algo inútil y destruirnos, pero eso solo es posible al estar en nosotros mismos. Fluir no es sentarse a esperar que la vida pase. Fluir es ir hacia nosotros mismos, para poder ir a donde debemos.
Te descubrí hace poco, poco hace que me descubrí también. Empecé a dar mis primeros pasos hacia mi mismo. 34 años detras de una mascara, de varias capas. Rehabilitandome de adicción al apego, al encontrarme conmigo mismo.
Sin mi separación y divorció, nunca m3 hubiera encontrado y menos aún a ti. Gracias por compartir los petalos de tu ser escencial. Gracias.
Me gustaMe gusta