Si yo dependo de algo para vivir, quiere decir que yo me considero incapaz de vivir por mí mismo, yo me considero insuficiente, yo creo que a lo que soy le hace falta algo para estar completo.
Nuestra dependencia nos dice la forma en que nos vemos, lo que estamos siendo, lo que creemos ser. Nuestra dependencia nos dice que necesitamos ser lo que somos. Ninguna persona dependiente es ella misma.
Nuestra dependencia revela lo que somos, o mejor dicho, nuestra ausencia de ser. Cuando dependemos, no dependemos de algo porque lo necesitamos, sino porque nos necesitamos a nosotros mismos. Es la incapacidad de ser para nosotros, la que nos hace depender de algo. Si no encontramos en nosotros lo que necesitamos, lo buscamos en algo más y si eso nos lo da, nos volvemos dependientes de eso. Aunque la realidad es que no nos lo da, solamente parece que nos lo da. Es nuestra necesidad la que nos hace creer que nos lo da.
Cuando dependemos, no somos libres. Cuando dependemos, no tenemos paz. Cuando dependemos, no somos nosotros mismos. Cuando dependemos, no estamos en nosotros. Cuando dependemos, vivimos en una mentira.
Cuando somos dependientes, toda nuestra atención está en las cosas de las cuales dependemos, nos perdemos de vista a nosotros, nos cegamos. Por tal razón, una dependencia puede crear más dependencias y más daño.
Una dependencia no se desaparece destruyendo las cosas de las cuales dependemos, porque la dependencia no está en las cosas, sino en nosotros. Aunque destruyamos todo, siempre vamos a buscar una forma de obtener lo que obteníamos de eso que destruimos. Las dependencias no se destruyen desde afuera, sino desde adentro. Hay una construcción de nuestro ser que es necesaria para eliminarlas.
Cuanto menos nos conocemos, más dependemos. Cuanto más nos conocemos, menos dependemos. Esto es así porque el conocimiento sobre nuestro ser nos hace ver que somos seres completos, que no necesitamos algo más para ser. En la dependencia hay mucha ignorancia sobre lo que somos.
Dependemos de algo al considerarnos a nosotros mismos insuficientes y nos consideramos insuficientes porque no conocemos lo que somos y como no conocemos lo que somos, no podemos ser; somos alguien distinto. Esto significa que para dejar de ser dependiente, debo conocerme, y al conocerme, seré lo que soy, y al serlo, seré suficiente para mí; entonces, cuando sea suficiente para mí, no voy a necesitar que alguien o algo me haga sentir que lo soy, por lo que no existirá una dependencia. Habrá libertad, me relacionaré con lo que me rodea desde la libertad y no desde la necesidad. Habrá paz, habrá verdad.