Se habla mucho actualmente del amor propio, pero de una forma superficial y romántica. El amor propio, como todo amor, tiene que ver más con la verdad, con la realidad, que con la fantasía. El amor propio no es algo sentimental y cabe aclarar que, amar no es sentir, por lo que el amor propio no se trata de lo que sientes por ti, sino de lo que eres contigo.
Cuando amas a una persona, no la amas porque es perfecta, la amas a pesar de sus imperfecciones y es justamente esa la razón por la que amamos, amamos porque algo es imperfecto, solo lo imperfecto necesita ser amado; lo que es perfecto no necesita ser amado, pues el amor es la construcción y no puedes construir algo que no necesita ser construido. El amor propio también funciona de esa manera, el amor propio no es la ausencia de imperfecciones, es saber vivir con ellas sin hacernos daño y al hacerlo, no solo evitamos hacernos daño, nos hacemos bien, un bien que nos hace crecer. La mayoría de personas utiliza sus defectos, errores o imperfecciones para hacerse daño, como si sus defectos en sí mismos no fuesen suficientes. Ya no son sus defectos o errores los que les hacen daño, son ellas quienes se hacen daño a través de ellos y los culpan porque no son conscientes de sí mismas.
El amor propio no es la propagación ni celebración de las imperfecciones y tampoco ver los defectos, errores e imperfecciones como algo digno de abrazar, aplaudir o alabar, las cosas son lo que son y no van a dejar de serlo solo porque las aceptas. Un defecto sigue siendo defecto aunque lo ames, lo que sucederá al amarte es que ese defecto dejará de controlarte y de hacerte daño, lo tendrás tú, pero él no te tendrá a ti. Cuando celebramos los defectos solo evidenciamos que no logramos amarnos todavía, estamos intentando hacerlo y la celebración es una forma de ocultar nuestra incapacidad para amarnos.
Las personas esperan a ser lo que ellas quieren para empezar a amarse, pero así no funciona, eso crea una agonía y un odio hacia uno mismo terrible y catastrófico. No debes esperar a ser lo que quieres para empezar a amarte, porque tal vez eso que quieres ser proviene de tu miedo y no de tu luz, tal vez eso que buscas ser para lograr amarte no es lo que debes ser ni es lo que llegarás a ser, por eso no puedes esperar a ser eso para empezar a amarte. No debes amar lo que serás, debes amar lo que eres, porque lo que eres dará vida a lo que serás y si no lo puedes amar, si lo rechazas, también rechazas lo que podrías ser, estás impidiendo que crezca en ti lo que eres.
El amor propio no es conformismo, uno debe cambiar lo que es posible cambiar, pero cambiarlo sin destruirse ni quitarse la paz, eso no significa que no necesite esfuerzo, el amor requiere esfuerzo.
Muchos utilizan un aparente amor propio para menospreciar a otros y destruirlos, haciendo creer que lo hacen porque se aman y están protegiendo lo que son, pero el amor propio no tiene nada que ver con destruir a otros, sino con no destruirnos a nosotros. El amor propio no es ver a los demás con menor valor, es verse a uno mismo en el valor justo. El amor propio genera amor, no rechazo ni odio. El amor propio solo te puede llevar a amar a otros, no a destruirlos.
El mundo ha mutilado nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos y nos ha hecho creer que amarse es el peor de los pecados, pero el peor de los pecados es no amarse. La gente ve muy normal si te odias a ti mismo, si expresas desagrado hacia ti, te menosprecias y te haces daño, pero si te aplaudes, te celebras y te admiras, se asombran y creen que eres una persona orgullosa, vanidosa y egoísta. Te ven como alguien enfermo, pero no logran ver que los enfermos son ellos al no poderse abrazar a sí mismos, al no poderse amar, al no poder encontrar en ellos algo digno de aplaudir. Ellos son los rotos.
Es increíble como una mente humana puede abarcar tanto, sinceramente y de todo corazón sigo y seguiré por siempre amando tus escritos. Pura verdad.
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Me encantas! no sé de dónde sales, pero cada vez que leo algo de lo que escribes… es como si es miles de luces se encendiesen dentro de mi, como si me mostrases el mundo interior que tengo. Cada texto, cada frase es leerme a mi misma todo aquello que sé y no puedo expresar.
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